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viernes, 29 de marzo de 2013

Funcionamiento del Bluetooth

Los sistemas BlueTooth trabajan en un rango de frecuencias comprendido entre 2400 y 2483.5 MHz, el cual está dividido en diversas subbandas. Su tasa teórica es de 1Mbps. Al igual que en IP, los datos se transmiten en pequeños paquetes, y cada uno de ellos incluye una cabecera que, entre otros datos, indica la frecuencia de la banda en la que se enviará el siguiente paquete; de esta forma, los periféricos no transmiten siempre en una única frecuencia, sino que van saltando de una a otra en función del tráfico de la red y de otros factores.


Las redes BlueTooth están diseñadas para interconectar hasta ocho periféricos entre sí, en lo que se denomina una piconet. Cada periférico se puede configurar como maestro o esclavo. Los maestros son los encargados de dirigir el tráfico entre ellos mismos y los esclavos, e incluso entre un esclavo y otro. Además, cada maestro puede estar conectado a dos piconets distintas, y como puede haber varios maestros en una misma red, se pueden interconectar varias piconets entre sí de forma encadenada, hasta un máximo de 10. Esto nos da un máximo de 8*10 - 8 = 72 periféricos.



Finalmente, hay 20 perfiles y tres tipos de enlaces distintos. Los perfiles controlan el comportamiento del periférico BlueTooth, y los enlaces asignan los modos de transmisión entre dispositivos. Por ejemplo, para que un PDA se pueda comunicar con un teléfono móvil es preciso que ambos tengan un perfil de modem y un enlace de voz/datos. En caso contrario, incluso si ambos son dispositivos BlueTooth 1.1, serán incapaces de comunicarse entre ellos.

De los 20 perfiles validados por el (SIG), sólo 13, los 13 originales, se usan hoy en día. Algunos son genéricos, como el que permite que los periféricos se reconozcan entre sí, y otros son para usos más específicos y pueden ser, por tanto, opcionales. Es el caso de un perfil de transmisión de sonido, el cual será indispensable para un teléfono móvil pero completamente inútil en un teclado.

En un mundo perfecto todos los periféricos deberían disponer de todos los perfiles, de forma que siempre pudiesen comunicarse entre sí. El problema surge del hecho de que a mayor número de perfiles, mayor precio de cada chip. Esto significa que si los fabricantes se quieren mantener en el idílico precio de "5 dólares por chip", no les queda más remedio que recortar prestaciones.

La elección del enlace depende de la naturaleza del tráfico. Los enlaces síncronos ofrecen una conexión bidireccional a 432 Kbps en cada sentido, lo que los hace ideales para intercambio de datos entre equipos, tal y como se haría en una red local. Los enlaces asíncronos, por su parte, ofrecen 721 Kbps en un sentido y 57.6 Kbps en el opuesto, lo que los hace más adecuados para periféricos del tipo de una impresora, que recibe una gran cantidad de datos pero envía muy pocos. Finalmente está el enlace de voz/datos, que ofrece un canal bidireccional a 64Kbps pero con la característica de ser garantizados, lo que permite la fluidez necesaria para una transmisión de audio.

Las diferentes partes del sistema Bluetooth son:
  • Una unidad de radio
  • Una unidad de control del enlace
  • Gestión del enlace
  • Funciones software
Ventajas e inconvenientes

La ventaja más evidente es que permite conectar entre sí todo tipo de dispositivos electrónicos (teléfonos, ordenadores, impresoras, faxes, etc) situados dentro de un radio limitado de 10 metros (ampliable a 100, aunque con mayor distorsión) sin necesidad de utilizar cables.

Bajo coste y corto alcance, implementado en un circuito integrado de 9 x 9 mm, proporcionando conexiones instantáneas para entornos de comunicaciones tanto móviles como estáticos. En definitiva, Bluetooth pretende ser una especificación global para la conectividad inalámbrica.

Por su puesto, Bluetooth todavía tiene algún pequeño problema que solucionar. Los microchips no son baratos y no se espera que su precio alcance los 10 dólares hasta el 2002. Por su parte, la velocidad de transmisión, aunque considerable, pronto quedará empequeñecida por la capacidad de los móviles de tercera generación.

Y pese a que los prototipos de dispositivos Bluetooth se reproducen como las chinches, no sucede lo mismo con los programas informáticos que deben regular su funcionamiento.
Además, el espectro de radiofrecuencia en el que opera no está abierto al público en todos los países. En lugares como Francia o España el uso del espectro está restringido y se requiere la aprobación explícita del gobierno.

La interoperabilidad, pilar sobre el que se sustenta Bluetooth, es uno de los factores que se someterán a tensiones en el largo plazo. Con miles de compañías diseñando productos y aplicaciones Bluetooth, será difícil mantenerlas a todas bajo el mismo manto.

Aun así, las desventajas son mínimas cuando se comparan con los beneficios de disfrutar de un mundo sin cables. Las compañías son conscientes y se lanzan como aves de rapiña sobre los fabricantes de componentes de radio frecuencia, en un intento por asegurarse el suministro en un mercado que en el año 2001 moverá 1.000 millones de dólares según Cahners In-Stat Group.

Una revolución tecnológica impulsada por un colosal ejército empresarial se acerca con pasos de gigante. Y pronto, muy pronto habrá de llamar a nuestra puerta.

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